La España de la transición.
La transición española.
La Transición española es el período de la historia contemporánea de España en el que se llevó a cabo el proceso por el que el país dejó atrás el régimen dictatorial del general Francisco Franco y pasó a regirse por una Constitución que instauraba la España democrática. Dicha fase constituye la primera etapa del reinado de Juan Carlos I.Existe cierto consenso en situar el inicio de la transición en la muerte del general Franco, el 20 de noviembre de 1975, tras la cual el denominado Consejo de Regencia asumió, de forma transitoria, las funciones de la jefatura del Estado hasta el 22 de noviembre.
El reinado de Juan Carlos I de España comenzó el 22 de noviembre de 1975, cuando el entonces príncipe de España Juan Carlos de Borbón juró las Leyes Fundamentales del Reino ante las Cortes franquistas tras el fallecimiento del dictador Franco, que lo había designado como sucesor en 1969.
PROCLAMACIÓN DE JUAN CARLOS I COMO REY DE ESPAÑA,22 DE NOVIEMBRE DE 1975
PROCLAMACIÓN DE JUAN CARLOS I COMO REY DE ESPAÑA,22 DE NOVIEMBRE DE 1975
El rey confirmó en su puesto al presidente del Gobierno del régimen franquista, Carlos Arias Navarro.
Durante estos inicios de la transición española continuaron las manifestaciones y la dura represión en contra de ellas.En 1976 (a pesar de a muerte del dictador Franco),se produjeron los sucesos de Vitoria provocados por la reforma Arias-Fraga.La reforma Arias-Fraga encalló cuando el 11 de junio las Cortes rechazaron la modificación del Código Penal que tipificaba como delito la afiliación a un partido político, un requisito imprescindible para que las leyes aprobadas no fueran papel mojado. Los procuradores en su propósito de impedir la legalización del Partido Comunista introdujeron una enmienda en que se prohibían aquellas organizaciones políticas «sometidas a una disciplina internacional» y partidarias de la implantación de un régimen totalitario. Como ha señalado Javier Tusell, «así se daba la paradoja de que quienes en el pasado habían estado tentados por el totalitarismo de un signo ahora se sentían con autoridad como para vetar el totalitarismo de los demás». Tampoco salió adelante el proyecto de reforma de las «leyes fundamentales» de Cortes y de Sucesión, diseñado por Fraga, que pretendía crear unas nuevas Cortes formadas por dos Cámaras, una elegida por sufragio universal y la otra de carácter «orgánico»
Los sucesos de Vitoria.
Los sucesos de Vitoria, también conocidos como la matanza del 3 de marzo,tuvieron lugar el 3 de marzo de 1976 en la localidad española de Vitoria, capital de Álava (País Vasco), pocos meses después de la muerte del dictador Francisco Franco y en plena Transición Española. Durante una jornada de huelga, la Policía Armada lanzó gases lacrimógenos para desalojar a los trabajadores que estaban reunidos en asamblea en la iglesia de San Francisco de Asís, situada en el barrio obrero de Zaramaga, y disparó contra los que salían de la iglesia. La actuación policial se saldó con cinco personas muertas y más de 150 heridos de bala.
Durante el mes de enero de 1976, unos seis mil trabajadores iniciaban una huelga en contra del decreto de topes salariales y en defensa de mejores condiciones de trabajo. Dos meses después convocaban por tercera vez una huelga general que fue masivamente seguida el día 3 de marzo. Desde la madrugada la tensión eran muy grande. El coche del jefe de personal de Forjas Alavesas y 20 camiones de la empresa resultaron con las ruedas pinchadas durante la madrugada. Al empezar el día actuaron numerosos piquetes de forma expeditiva, paralizando prácticamente la ciudad. Sobre las 10 horas se produjeron en la plaza de la Virgen Blanca y calles de los alrededores los primeros enfrentamientos. En las calles Calvo Sotelo y monseñor Estenaga hubo rotura de lunas y puertas de bares. Hacia las 13 horas, los choques ya fueron de gran virulencia.
MANIFESTACIÓN DE LA HUELGA GENERAL EN VITORIA,3 DE MARZO DE 1976
Sobre las cinco y media la Policía Armada rodeó en la iglesia de San Francisco de Asís en Vitoria, en la que estaba previsto realizar una asamblea de trabajadores y, haciendo caso omiso de la solicitud del párroco que invocó lo dispuesto en el concordato, conminó al desalojo. Apenas unos segundos después disparaban gases lacrimógenos en un recinto cerrado y abarrotado de gente creando indignación y sobre todo pánico. Los que salieron por delante medio asfixiados y con pañuelos en la boca fueron apaleados por los flancos y a los del frente les dispararon.La policía resolvió la situación que habían creado a tiro limpio, resultando muertos Pedro María Martínez Ocio, trabajador de Forjas Alavesas, de 27 años, Francisco Aznar Clemente, operario de panaderías y estudiante, de 17 años, Romualdo Barroso Chaparro, de Agrator, de 19 años, José Castillo, de Basa, una sociedad del Grupo Arregui, de 32 años. Dos meses después moriría Bienvenido Pereda, trabajador de Grupos Diferenciales, con 30 años. Dos obreros muertos en el lugar de los hechos, cuatro heridos muy graves de los cuales tres morirían, y varios heridos más, algunos con herida de bala.A partir de ese momento se desarrollaron violentos enfrentamientos y la Policía perdió prácticamente el control de la ciudad hasta las nueve de la noche, cuando ya habían llegado refuerzos. El último herido de extrema gravedad fue el inspector de policía Antonio Losada, que cuando se encontraba en la puerta de la Comisaría, le arrojaron un cóctel molotov que le provocó quemaduras en todo el cuerpo.
Aquel jueves el Secretario General del SPD de Alemania, Willy Brandt, cancelaba la entrevista con Fraga que participaba en una campaña diplomática para vender internacionalmente una reforma avalada por la monarquía. El sábado, Manuel Fraga Iribarne, entonces Ministro de la Gobernación, junto con Rodolfo Martín Villa, Ministro de Relaciones Sindicales, y el General Campano, director de la Guardia Civil, intentaban, visitando a los heridos, reducir el impacto de su decisión.
ATAQUE POLICIAL CON GASES LACRIMÓGENOS A LOS ENCERRADOS EN LA IGLESIA DE SAN FRANCISCO DE VITORIA,3 DE MARZO DE 1976
Esta es la transcripción de parte de las conversaciones entre las patrullas responsables de la carga en la iglesia, según las grabaciones existentes de la Banda de Radio de la Policía:
LOS FALLECIDOS EN "LOS SUCESOS DE VITORIA",3 DE MARZO DE 1976
Todavía prohibidos los derechos de reunión, manifestación y de huelga, los sindicatos, ilegales también, convocan huelgas en toda España. Tuvieron especial importancia en el cinturón industrial madrileño y en Vitoria. El 8 de marzo se tuvo lugar una huelga general a nivel de todo el País Vasco, durante la cual se produjeron nuevos choques en el curso de los cuales, hubo otro muerto: Vicente Antonio Ferrero en Basauri. Posteriormente los altercados se multiplicaron y las huelgas generales de protesta, se sucedieron durante varios meses.El cantautor catalán Lluís Llach escribió al día siguiente la canción Campanades a morts en homenaje a las víctimas.Como catalana que soy y,aunque yo era relativamente joven para entender los hechos,en mi casa se escuchaban "clandestinamente" y desde hacía años,las canciones de Lluís Llach.El "cassette" de Campanades a Morts estuvo prohibido hasta 1978,año en el que por fin lo pudimos conseguir.....
FRAGMENTO SUBTITULADO DE CAMPANADES A MORTS EN EL PABELLÓN FERNANDO BUESA ARENA DE VITORIA CELEBRADO EL 30 ANIVERSARIO DE LOS SUCESOS DE VITORIA.
Estos incidentes aceleraron la acción de la oposición democrática, y su unidad de acción. La Junta Democrática y la Plataforma de Convergencia Democrática se fusionan en la Coordinación Democrática o Platajunta el 26 de marzo. Esta nueva junta ejerce mayor presión política sobre el gobierno, exigiendo amnistía, libertad sindical, democracia y rechaza las leyes reformistas.
A principios de junio de 1976 el rey visitó Estados Unidos y en su discurso ante el Congreso, de cuyo contenido exacto no tuvo conocimiento Arias Navarro, ratificó su compromiso para dotar a España de una democracia plena.Juan Carlos dijo: «La Monarquía hará que, bajo los principios de la democracia, se mantengan en España la paz social y la estabilidad política, a la vez que se asegure el acceso ordenado al poder de las distintas alternativas de gobierno, según los deseos del pueblo español libremente expresados».Mes y medio antes la revista Newsweek había afirmado que el rey Juan Carlos había dicho a uno de sus periodistas —lo que nunca fue desmentido— que «Arias era un desastre sin paliativos»
VISITA DE JUAN CARLOS I A ESTADOS UNIDOS,JUNIO DE 1976
Por esas mismas fechas Arias Navarro había realizado una declaraciones por televisión en las que había vertido duros ataques a la oposición democrática, mientras sus relaciones con el rey se habían deteriorado hasta el punto de que Arias le había confesado a uno de sus colaboradores más cercanos: «Me pasa como con los niños; no lo soporto más de diez minutos»
Después de comentarle el rey a Areilza (Ministro de Asuntos Exteriores)«esto no puede seguir, so pena de perderlo todo…», el 1 de julio Juan Carlos le exigió a Arias Navarro que le presentara su dimisión, lo que éste hizo inmediatamente. A los pocos días Torcuato Fernández Miranda lograba que el Consejo del Reino incluyera entre los tres aspirantes a presidente del gobierno al «candidato del rey»: Adolfo Suárez, un «reformista azul» que no había destacado demasiado hasta entonces.La terna final la compone el democristiano Federico Silva Muñoz,el tecnócrata Gregorio López Bravo y Adolfo Suárez . Fuera quedan los miembros del gobierno de Arias de mayor peso político:Antonio Garrigues, Manuel Fraga Iribarne, y, para muchos, el favorito,José María de Areilza.
El nombramiento de Suárez causó un enorme desconcierto y decepción entre la oposición democrática y los círculos diplomáticos, así como en las redacciones de los periódicos.Un comentarista político, que acabaría siendo ministro con Suárez, escribió que su nombramiento había sido un «inmenso error».
En julio de 1976 el rey Juan Carlos I le encargó a Adolfo Suárez la formación del segundo gobierno de su reinado y el consiguiente desmontaje de las estructuras franquistas.Suárez era un perfecto desconocido para una mayoría del pueblo español. No obstante, a sus 43 años, con no pocas dificultades, fue capaz de aglutinar a un grupo de políticos de su generación que habían llegado a las convicciones democráticas por diversos caminos. Supo reunir, junto a falangistas «conversos» como él, a socialdemócratas, liberales, democristianos, etc.
Adolfo Suárez, nuevo jefe del Gobierno, debía llevar adelante el proceso de transición a la democracia sin que se produjera ninguna «ruptura» con el «régimen anterior».
APROBACIÓN DE LA LEY PARA LA REFORMA POLÍTICA POR LAS CORTES FRANQUISTAS,18 DE NOVIEMBRE DE 1976
El proyecto era muy sencillo. Se creaban unas nuevas Cortes, formadas por dos cámaras, el Congreso de Diputados y el Senado, compuestas de 350 y 204 miembros, respectivamente, elegidas por sufragio universal, excepto los senadores designados por el rey «en número no superior a la quinta parte» de los miembros del Senado. Así pues,lo fundamental de Ley de Reforma Política era la convocatoria de elecciones y la configuración de un marco institucional mínimo para realizarlasPero al mismo tiempo quedaban abolidas implícitamente todas las instituciones establecidas en las «leyes fundamentales» que no fueran esas Cortes, es decir, todas las instituciones franquistas sin excepción —el Consejo Nacional del Movimiento y el Movimiento mismo, las Cortes establecidas en la ley de 1942, el Consejo del Reino y el Consejo de Regencia de la ley de 1967, etc.—, por lo que la ley de reforma lo que hacía en realidad era liquidar lo que pretendía reformar. En el preámbulo de la ley al basar la legitimidad en el sufragio universal se introducía una especie «autorruptura» con las instituciones franquistas. En el articulado de esta «octava ley fundamental del franquismo», se proponía un cambio sustancial del régimen político aunque sin cuestionar la forma de gobierno, pues no se hacía alusión a la Monarquía. Pero lo que Suárez tenía que conseguir era mucho más difícil: que las Cortes franquistas se «suicidaran» y votaran a favor de una Ley que suponía su desaparición y la del propio régimen para dar paso a la democracia. Además debería salvar otros muchos obstáculos: convencer a la cúpula militar de la necesidad de la reforma; desalojar de las posiciones de poder a los franquistas inmovilistas; convencer a la oposición democrática de la bondad de la misma y conseguir que participara en el proceso para legitimarlo, tanto interna como internacionalmente.La Ley para la Reforma Política que fue aprobada por las Cortes franquistas y revalidada en referéndum en diciembre de 1976.
El referéndum sobre el Proyecto de Ley para la Reforma Política tuvo lugar en España el miércoles 15 de diciembre de 1976 para cuestionar a los españoles sobre la aprobación o no de la Ley para la Reforma Política aprobada en las Cortes. La pregunta planteada fue «¿Aprueba el Proyecto de Ley para la Reforma Política?». El resultado final fue la aprobación del proyecto, al recibir el apoyo del 94,17% de los votantes. Al referendo acudieron a votar el 77,8 por ciento de los electores.
Este referéndum fue uno de los primeros donde el uso extensivo de los medios de comunicación fue un gran condicionante del apoyo mayoritario a favor. Adolfo Suárez, como director general de Radiotelevisión Española de 1969 a 1973, se había dado cuenta del gran poder de persuasión que tenía el medio televisivo para vender productos e ideas, por lo que nombró al publicista Rafael Anson como director general de RTVE, con el fin de inculcar a los ciudadanos los valores democráticos.
En televisión, se realizó un gran despliegue de medios. La publicidad era constante, siendo el lema principal Si votas hoy sí, podrás decidir mañana, junto al Habla, pueblo. Fueron usadas, de forma muy intensa, las lenguas vernáculas en toda la campaña. En Cataluña, el lema era "En les grans decisions, cal ser-hi presents. Si votes avui, demà podràs decidir" (En las grandes decisiones, hay que estar presentes. Si votas hoy, mañana podrás decidir), en Galicia se usó el lema "Se respondes ao referendo, votas a democracia. Galicia agarda a túa resposta" (Si respondes al referéndum, votas la democracia. Galicia espera tu respuesta), y en el País Vasco y Navarra, el lema escogido fue "Nolakoa nahi duzun gure etorkizuna izan dadin? Nola lortu arrisku gabe aldakuntza egitea? Referendumari erantzuten baldin badiozu, demokraziaren alde ematen duzu boza" ("¿Cómo quieres que sea nuestro futuro? ¿Cómo conseguir hacer el cambio sin peligro? Si respondes en el referendum, te pronuncias a favor de la democracia").
VIDEO DE LA POPULAR "HABLA PUEBLO,HABLA" DEL GRUPO VINO TINTO.UNA DE LAS CANCIONES "CLAVE" DE LA TRANSICIÓN.
PROPAGANDA REFERENDUM PARA LA REFORMA POLÍTICA.LA ESPAÑA DE LA TRANSICIÓN.
Como consecuencia de la aprobación por el pueblo español de la la Ley para la Reforma Política, la mencionada ley se promulgó el 4 de enero de 1977. Esta norma contenía la derogación tácita del sistema político franquista en solo cinco artículos y una convocatoria de elecciones democráticas.
La última semana del mes de enero de 1977 ,la semana trágica de la transición o los Siete días de enero ,fue el momento más delicado de la transición antes de las elecciones ya que los franquistas del búnker se propusieron detener el proceso de cambio creando un clima de pánico que justificara la intervención del Ejército. La primera provocación se produjo el 23 de enero en la Gran Vía de Madrid, cuando un estudiante, Arturo Ruiz, que participaba en una manifestación proamnistía era asesinado por unos matones del grupo de extrema derecha Fuerza Nueva —en la manifestación de protesta por el crimen murió una de los participantes, María Luz Nájera, a causa de un bote de humo lanzado por la policía antidisturbios— . Al día siguiente del asesinato del joven Arturo Ruiz se produjo el hecho más grave: pistoleros «ultras» irrumpieron en el despacho de unos abogados laboralistas vinculados a «comisiones obreras» y al Partido Comunista, sito en la calle de Atocha de Madrid, y pusieron contra la pared a ocho de ellos y a un conserje, disparando a continuación. Cinco miembros del bufete murieron en el acto y otros cuatro fueron gravemente heridos.
La Matanza de Atocha de 1977
La matanza de Atocha de 1977 fue un atentado terrorista cometido por terroristas de extrema derecha en el centro de Madrid la noche del 24 de enero de 1977.Un comando ultraderechista penetró en un despacho de abogados laboralistas de Comisiones Obreras (CCOO) y militantes del Partido Comunista de España (PCE), situado en el número 55 de la calle de Atocha y abrió fuego contra los allí presentes, matando a cinco personas y dejando heridas a cuatro.
CALLE ATOCHA 55 (MATANZA DE ATOCHA) ATENTADO TERRORISTA DE EXTREMA DERECHA EN ENERO DE 1977
Los terroristas llamaron al timbre del piso entre las 22:30 y 22:45. Al parecer, iban en busca del dirigente comunista Joaquín Navarro, Secretario General del Sindicato de Transportes de CC. OO. en Madrid, convocante de unas huelgas anteriores que, en buena medida, desarticularon la que llamaban mafia franquista del transporte. Al no encontrarlo, ya que había salido un poco antes, decidieron matar a los presentes. Eran dos jóvenes con armas de fuego con quienes iba una tercera persona, encargada de cortar los cables del teléfono y registrar los despachos. Como consecuencia de los disparos resultaron muertos los abogados laboralistas Enrique Valdevira Ibáñez, Luis Javier Benavides Orgaz y Francisco Javier Sauquillo Pérez del Arco; el estudiante de derecho Serafín Holgado; y el administrativo Ángel Rodríguez Leal. Resultaron gravemente heridos Miguel Sarabia Gil, Alejandro Ruiz-Huerta Carbonell, Luis Ramos Pardo y Dolores González Ruiz.
LAS VÍCTIMAS DE LA MATANZA DE ATOCHA,ENERO DE 1977
Al entierro de las víctimas de Atocha asistieron más de cien mil personas. Fue la primera manifestación multitudinaria de la izquierda después de la muerte del dictador Franco, y transcurrió en silencio y sin incidentes. Le siguieron importantes huelgas y muestras de solidaridad en todo el país, además de un paro nacional de trabajadores el día después del atentado. En estas muestras de fuerza se dio la paradoja que las fuerzas de seguridad incluso protegieron a los miembros de un partido todavía ilegal, contribuyendo en buena medida, incluso algunos lo consideran como el momento decisivo, para su legalización.
MANIFESTACIÓN EN EL ENTIERRO DE LAS VÍCTIMAS DE LA MATANZA DE ATOCHA 1977
La Matanza de Atocha de 1977 no consiguió su objetivo de crear un clima que evocara la guerra civil sino que por el contrario levantó una ola de solidaridad con el Partido Comunista.La demostración de orden y de disciplina del PCE durante el entierro de los cinco abogados laboralistas asesinados en el atentado de la calle de Atocha de Madrid en la última semana de enero, puso en evidencia que la transición política no sería creíble ni real si se dejaba fuera al Partido Comunista de España. Todo esto obligó al gobierno a replantearse su postura de legalizar al PCE después de las elecciones —tal como se había comprometido Adolfo Suárez en la reunión mantenida con la cúpula militar el 8 de septiembre del año anterior—. Además el PCE intentó por todos los medios forzar al gobierno a tomar una decisión. Tras la presentación pública en Roma del Comité Central del partido, hasta entonces clandestino,su secretario general Santiago Carrillo entró en España para a continuación pasearse tranquilamente por las calles de Madrid y ofrecer una rueda de prensa rodeado de la dirección del PCE, hasta que finalmente a finales de diciembre fue detenido por la policía, junto con otros miembros del comité ejecutivo. El gobierno acabó poniendo en libertad a Carrillo a los pocos días —aunque también barajó la opción de expulsarlo del país— . En aquel momento el PCE no consiguió ser legalizado pero su secretario general pudo abandonar la clandestinidad y convocar una rueda de prensa junto con los otros dos líderes eurocomunistas, el francés Georges Marchais y el italiano Enrico Berlinguer. El 27 de febrero Suárez y Carrillo se entrevistaron en secreto en el domicilio del periodista José Mario Armero, que hasta entonces había hecho de intermediario entre el presidente y el secretario general del PCE, alcanzando un entendimiento que duraría el resto de la transición.Según Julio Gil Pecharromán, el compromiso al que se llegó fue que el PCE frenaría la presión popular en la calle a cambio de su próxima legalización. Según este mismo historiador el rey estaba a favor de la legalización y había enviado un representante suyo a Bucarest para que se entrevistara con Ceaucescu, muy amigo de Santiago Carrillo, y sondear un posible acuerdo.
El gobierno remitió la posible legalización del PCE al Tribunal Supremo para que éste dictaminara si según los estatutos que habían presentado se trataba de un grupo político «totalitario» —lo que haría imposible su inscripción en el registro de partidos—, pero el alto tribunal le devolvió el expediente al gobierno para que éste decidiera. En aquel momento las encuestas de opinión arrojaban un resultado favorable a la legalización (un 45% a favor frente a sólo un 17% en contra).Por fin, el 9 de abril, aprovechando que medio país estaba de vacaciones de Semana Santa, el presidente Suárez tomó la decisión más arriesgada de toda la transición: legalizar al PCE. Ese día, Sábado Santo, los comunistas salieron a la calle con sus banderas rojas para celebrar que después de treinta y ocho años volvían a ser un partido legal en España. Pero las reacciones no se hicieron esperar. Manuel Fraga calificó la decisión de Suárez como «un auténtico golpe de Estado», aunque poco después rectificó. La más grave fue la de las Fuerzas Armadas. El ministro de Marina, almirante Gabriel Pita da Veiga, dimitió y el gobierno tuvo que recurrir a un almirante de la reserva para cubrir su puesto, ya que ninguno en activo quiso sustituirle. El Consejo Supremo del Ejército expresó su acatamiento «en consideración a los intereses nacionales de orden superior», aunque no se abstuvo de expresar su opinión contraria. Algunos otros altos mandos militares manifestaron su opinión de que Suárez les había «mentido» en la reunión que habían tenido con él el 8 de septiembre y que les había «traicionado». Así pues, la legalización del PCE se convirtió en un «punto neurálgico de la transición», como lo ha llamado Santos Juliá, porque «fue la primera decisión política de importancia tomada en España desde la guerra civil sin contar con la aprobación del ejército y contra su parecer mayoritario».El Partido Comunista como contrapartida tuvo que aceptar la Monarquía como forma de gobierno y la bandera rojigualda, y las banderas republicanas desaparecieron de sus mítines.
LEGALIZACIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA(PCE),ABRIL DE 1977
COMUNICADO DE REPULSA DEL EJÉRCITO POR LA LEGALIZACIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA,ABRIL DE 1977
A finales de ese mismo mes de abril, el 28, fueron legalizados los sindicatos obreros, incluido Comisiones Obreras con fuertes vinculaciones con el Partido Comunista de España, y la franquista Organización Sindical Española (OSE) fue reconvertida en la Administración Institucional de Servicios Socioprofesionales (AISS) que no despareció hasta 1986. El patrimonio de la OSE como el del Movimiento Nacional, también suprimido, pasó al Estado, incluidos sus medios de comunicación: 39 diarios, 40 emisoras de radio, 10 revistas y una agencia de prensa (Pyresa). Todos ellos constituyeron el organismo Medios de Comunicación Social del Estado (MCSE). Meses antes había sido suprimido el franquista Tribunal de Orden Público «sustituido por una Audiencia Nacional para juzgar delitos de terrorismo y otros de ámbito estatal»El 13 de mayo aterrizaba en Madrid el avión procedente de Moscú que llevaba a bordo a Dolores Ibárruri, la Pasionaria, que volvía a España después de un exilio de 38 años. Al día siguiente otro exiliado don Juan de Borbón cedía sus derechos a la Corona española a su hijo, el rey Juan Carlos I.A finales de ese mes de mayo Torcuato Fernández Miranda, «artífice importante de la transición como presidente de las Cortes», presentaba la dimisión de su cargo, lo que «pareció indicar el comienzo de una nueva etapa política».
LLEGADA A ESPAÑA DE DOLORES IBÁRRURI (LA PASIONARIA) AÑO 1977
El País Vasco se mantuvo, a lo largo de todo este periodo, en plena ebullición política. Las reivindicaciones de amnistía política, en especial la semana proamnistía del 8 al 15 de mayo en la que murieron siete personas por la represión, obligaron a Adolfo Suárez a irla concediendo en distintas etapas hasta llegar a la amnistía total de octubre de 1977 aprobada por las Cortes democráticas salidas de las elecciones de junio.
La semana proamnistía de mayo de 1977
La semana proamnistía de mayo de 1977, fue una convocatoria de movilizaciones populares que tuvo lugar durante la transición política española, inicialmente para la semana del 8 al 15 en las provincias de Álava, Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra para reclamar la amnistía de todos los presos encarcelados por delitos de raíz política, incluidos los llamados "delitos de sangre". Las movilizaciones fueron duramente reprimidas por las Fuerzas de Orden Público produciéndose siete muertos y numerosos heridos, varios de ellos por heridas de bala.
Con motivo de la coronación de Juan Carlos I, el 22 de noviembre de 1975 se promulgó un indulto que benefició hasta el 1 de junio de 1976 a 773 personas encarceladas por delitos de raíz política (de los 8.903 presos que se vieron beneficiados), de los que 688 fueron excarcelados y el resto vio reducida su pena.En enero de 1976 en San Sebastián, al amparo de la nueva ley de asociaciones, se constituyó la primera asociación proamnistía formada por un grupo de abogados y otras personas conocidas de la vida social de la ciudad, fundando la Comisión Gestora de la Asociación pro Amnistía. Iniciativas similares se produjeron en numerosas localidades vascas y navarras, escenario en estos primeros meses de 1976 de múltiples manifestaciones, encierros y recogida de firmas por la liberación de todos los presos.
El 11 de enero de 1977, el presidente Adolfo Suárez recibió a cuatro representantes de la oposición: el catalanista Antón Cañellas, el monárquico liberal Joaquín Satrústegui, el socialista Felipe González y Julio de Jáuregui, veterano militante del Partido Nacionalista Vasco exiliado durante la mayor parte del franquismo. Dicha comisión solicitó al Gobierno que otorgara antes de las elecciones una "amnistía de todos los hechos y delitos de intencionalidad política ocurridos entre el 18 de julio de 1936 y el 15 de diciembre de 1976".
Por su parte, el 28 de febrero, 44 gestoras de Guipúzcoa se entrevistaron con el nuevo gobernador civil para solicitar su legalización. El gobernador no sólo se muestra partidario de la amnistía, sino que solicita ser inscrito como socio. Entre el 26 de febrero y el 6 de marzo se convocó una primera semana proamnistía en las provincias vascas y Navarra, que a pesar de la virulencia con la que se reprimen las movilizaciones no produjo víctimas mortales. El 11 de marzo el gobierno aprobó un decreto de ampliación de la amnistía que permite la puesta en libertad de otros 74 presos vascos hasta mayo, junto a la salida de otros presos hasta llegar a 1.940 personas.
A finales de febrero se convocó en las cuatro provincias una semana de lucha proamnistía total del 8 al 15 de mayo.
En estos días consta la muerte de siete personas, cuatro de ellas por heridas de bala procedentes de las fuerzas policiales:
Rafael Gómez Jaúregui: de 78 años de edad. Cayó abatido por diparos efectuados por la Guardia Civil el jueves día 12 en Rentería.José Luis Cano Pérez: de 28 años de edad. Muerto por un disparo mientras era golpeado por números de la Policía Armada, el viernes día 13 en Pamplona.
Clemente del Caño Ibáñez: Atropellado por un vehículo cuando retiraba una barricada colocada en la autopista.
Manuel Fuentes Mesa: de 30 años de edad. Ingresó cadáver en el Hospital de Cruces en la madrugada del domingo al ser alcanzado por disparos de la Guardia Civil en la localidad vizcaína de Ortuella.
Luis Santamaría Miquelena: de 72 años de edad, murió a consecuencia de un infarto, mientras presenciaba desde sus casa los enfrentamientos de manifestantes y policías en Pamplona.
Gregorio Marichalar Ayestarán: Una bala le causó graves destrozos internos en el pecho y abdomen el viernes por la tarde cuando se encontraba en el balcón de su casa en el polígono de Beraun en Renteria. Inicialmente herido de gravedad, murió en junio, tras convalecer en el hospital.
Francisco Javier Fernández Núñez, de Bilbao. Según su familia fue golpeado por la Policía Armada el día 15 y, cuando el día 17 acudió a comisaría para presentar una denuncia, fue agredido por unos individuos que le golpearon y le obligaron a beber coñac y aceite de ricino. A pesar de ser hospitalizado, falleció poco después a consecuencia de una cirrosis que padecía.
El 18 de marzo de 1977 el gobierno promulgó el decreto-ley que regulaba las elecciones que se iban a celebrar en junio.A mi entender ,y creo que coincido con muchos historiadores,tras la legalización del Partido Comunista y la convocatoria de elecciones democráticas finaliza en España el durísimo periodo de transición española y damos paso a la España Democrática a la que dedicaré un capítulo aparte......
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